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La llegada del circo a Pinto no pasó inadvertido ni mucho menos, fue por estos días el centro de atención de muchos y especialmente de cientos de niños. El último que había llegado a la ciudad fue en 2006, y se instalaron en el polideportivo del Club.
La empresa que ya lleva seis generaciones de la misma familia en la actividad circense instaló sus carpas, vehículos, casillas y jaulas en el predio contiguo a El Rosedal, en pleno centro de la ciudad.
A su primera función asistieron casi ochocientas personas, lo que colmó las espectativas de Julio César, el responsable de esta compañía que recorre parte del país llevando diversión sana y entretenida apta para toda la familia.
Desde que comenzaron a armar la carpa de enormes proporciones fue un constante ir y venir de personas que se acercaron a ver los imponentes leones aunque no forman parte del espectáculo del circo.-
