En un operativo sorpresa efectuado ayer en horas de la mañana por parte de agentes de tránsito municipal confeccionaron cincuenta y siete actas de infracción a los motociclistas. Contaron con el apoyo de personal policial del Departamento de Seguridad Ciudadana N° 14 de la ciudad.
El control del tránsito preventivo se llevó a cabo en la intersección de las avenidas Córdoba y Libertador por espacio de dos horas y solo en ese punto y durante ese tiempo se constataron casi sesenta irregularidades en los moto vehículos y en sus conductores.
Entre ellas predominó la ausencia de casco reglamentario y licencias de conducir, motos en mal estado y una gran cantidad de menores de edad conduciendo las mismas.
El referente de seguridad vial municipal, Estegidio Rojas dijo a PINTO HOY que los operativos “continuarán a modo de prevención” y que “la idea es que se hagan pasando un día al principio y después todos los días, incluso los sábados”.
Además explicó que las actas que se confeccionaron son remitidas al Municipio para que sirva de antecedente de la infracción y que en caso de reincidencia se cobrará una multa.
Lomos de burro, en pausa
La construcción de los reductores de velocidad sobre calle Santiago del Estero fue suspendida porque no tienen la forma adecuada.
En ese sentido, Rojas admitió que “se detuvo la construcción hasta que recibamos los nuevos moldes que permitan una forma que deben tener”.
Los lomos de burro que fueron construidos con un ángulo casi recto y con forma similar a la de una platabanda generaron malestar entre los automovilistas y motociclistas que los calificaron como “peligrosos” debido a la posibilidad de reventar cubiertas, dañar llantas y hasta ocasionar caídas.“Queremos que sean un beneficio para todos pero que no provoquen daño a nadie”, subrayó Rojas.
Esta mañana, a solo días de su construcción, dos empleados municipales comenzaron con las tareas de demolición de los reductores, generando un gasto inoficioso de recursos.
Esta mañana, a solo días de su construcción, dos empleados municipales comenzaron con las tareas de demolición de los reductores, generando un gasto inoficioso de recursos.