El éxodo de familias enteras de los grandes centros urbanos del país hacia su tierra natal, en busca del esperado reencuentro con sus seres queridos parar pasar rodeados de afectos las fiestas de Navidad y Año Nuevo, comenzó hace poco más de una semana, pero se intensificó a partir del sábado pasado.
Esa tendencia se hizo evidente en los tres paradores de colectivos de esta ciudad, considerados un alto estratégico en el camino, debido a que las primeras luces del día, sorprenden a los viajeros en tierra santiagueña, ávidos de un desayuno.
La mayoría de los pasajeros eran comprovincianos que regresaban luego de varios meses de arduo trabajo, incluso años, “para pasar las fiestas” y luego volver a sus lugares de residencia para retomar su habitual rutina. Es el caso de los hermanos Agustín y Juan, originarios de la localidad de Icaño (Avellaneda) residentes en el Gran Buenos Aires que se preparaban para “pasar las fiesteas con la familia y disfrutar de unos días de tranquilidad”.
Los cuatro integrantes de la familia Luna-Gómez, de Rapelli (Pellegrini), mientras desayunaban expresaron su alegría “por volver a reencontrase con la familia después de un año”.
No obstante, varios choferes manifestaron que la mayoría de las empresas de transporte de pasajeros, “duplicaron y hasta triplicaron sus servicios a la provincia” y todas las unidades partieron de Buenos Aires “con el pasaje completo”.