La mañana del primer día del año nuevo encontró a la ciudad casi desierta

DESECHOS. En muchos lugares y espacios públicos amanecieron un sinnúmero de envases de vino, cervezas  sidras, champan y hasta latas de energizantes. 

Luego de los festejos para despedir el 2012 y recibir las primeras horas del nuevo año, la ciudad amaneció casi como una postal de la desolación.
Ese paisaje, en especial, se lo pudo apreciar en la zona de avenidas y calles de la zona centro de la ciudad, por donde solo transitaban uno que otro vehículo o motocicleta.
La imagen se repitió hasta pasado el mediodía, hora en que muchos pinteños comenzaron a retomar lentamente la habitual rutina, después de reuniones, festejos y trasnoche entre familiares y amigos que se extendieron hasta las primeras horas de la mañana de este martes.